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El mundo está cambiando, todos hablan de tecnología e innovación, pero, ¿cuáles son las razones que nos llevan a decidir que nuestras empresas necesitan vivir un proceso transformación?

“Transformación Digital”, un término muy utilizado últimamente en diferentes ámbitos sociales. Es natural considerar que transformación digital se refiere al manejo y aprovechamiento de la tecnología, y que más allá de esta no hay otro concepto que defina mejor este proceso de gestión.*

“La transformación es el resultado del cambio organizacional donde las personas, los procesos y el modelo de negocio, entienden a la tecnología como una herramienta para generar valor entre sus consumidores y colaboradores”.**

Teniendo en cuenta estos comentarios iniciales, me sumerjo en los primeros conceptos que deben aclararse respecto al entendimiento que me ha dado la experiencia para luego incursionar en el tema que nos compete en este post. Luego de entender, vivir, estudiar y ejecutar diferentes momentos de lo que conocemos como transformación digital, quisiera hacerles una primera recomendación: no pensemos en transformación digital como un todo digital.

Más allá del asombro que generan las nuevas tecnologías de la cuarta revolución industrial que estamos experimentando, es nuestro deber analizar como paso inicial la cultura de las organizaciones. Nuestras ideas nacen de la mente humana, por lo tanto las personas deben ser nuestro foco principal dentro de este proceso de gestión. Hablemos de transformación*** como ese amplio mundo en el que no solo hay tecnología, también hay personas y procesos que deben evolucionar.

Mi segunda recomendación apunta al hecho de que no podemos pensar en transformación como “la última moda” o “la varita mágica” que nos va a solucionar todos los problemas que tenemos dentro de la compañía. Pensemos en la transformación como la última llamada de algo que está pasando hace mucho tiempo. Y ¿por qué está pasando hace mucho tiempo? La transformación es algo inherente del ser humano y de las sociedades.

Desde nuestros inicios hemos experimentado diferentes momentos de evolución, de cambio, de progreso y mientras el mundo se va moviendo, nuevas formas de hacer y pensar llegan a nuestras manos brindándonos más impacto, más asombro, más oportunidades. Ahora tenemos una información democratizada que nos abre las puertas de nuevas percepciones, y estas puertas nos guían a esa última llamada que no es más que la voz de las nuevas generaciones diciéndonos: estamos evolucionando, necesitamos más de lo que teníamos antes.

Razones que nos llevan a un proceso de gestión de transformación

Ahora, luego de este par de recomendaciones, pensemos: ¿cuáles son las razones que nos llevan a decidir que nuestras empresas necesitan correr un proceso de gestión de transformación? Quiero compartir con ustedes algunas razones esenciales que ayudarán a entender mejor estas necesidades

  1. Los usuarios han tomado el control indirecto de las compañías:

    las nuevas generaciones están exigiendo cada vez más. Sus necesidades son nuevas para algunos sectores y estas necesidades nos llevan a pensar en reinventar nuestros modelos de negocio. Esto nos hace pensar en la conocida frase que nos dicta que debemos adaptarnos a los cambios y sobre todo en adaptarnos a esos nuevos hábitos de consumo. Al final del día las nuevas generaciones son los nuevos clientes.

  2. De la empresa tradicional a la empresa del futuro:

    la mayoría de nosotros nos hemos convertido en migrantes digitales. Este paso que hemos dado en este aspecto nos ha mostrado diferentes formas de hacer las cosas. Hemos trabajado en empresas con una mentalidad tradicional (lo cual no es malo) y algunos hemos tenido la oportunidad de ejecutar nuestras ideas en empresas más cercanas a la modernidad. No es necesario “satanizar” la jerarquía, lo tradicional. Son conceptos que han funcionado y han tenido logros importantes. Pero ahora nos movemos en otra época, en otra visión y es aquí donde es necesario comenzar a pensar en empresas flexibles, ágiles, abiertas, transparentes, innovadoras, creativas, y sobre todo… humanas. Las personas y la cultura, como ejes fundamentales de toda transformación son los principales objetivos a evolucionar en las llamadas empresas del futuro.

  3. Avanzar de la mano de la innovación:

    podemos entender la innovación como un proceso que modifica elementos e ideas ya existentes para mejorarlos y así generar un mayor impacto o un valor más grande en el mercado. Dicho esto, las compañías necesitan enfocar sus esfuerzos en espacios que ayuden a darle un uso adecuado al conocimiento, desde su adquisición y transmisión. Todas las ideas son válidas. La escucha y las retroalimentaciones inmediatas ayudan a potenciar esos pequeños momentos de lucidez. Transmitamos las propuestas al mundo de las nuevas tecnologías y aprovechemos las oportunidades de aprendizaje para generar el valor que nos diferencie en el mercado.

  4. De la competencia a la “coompetencia”:

    atrás quedan los secretismos empresariales. Ahora es necesario hablar de colaboración, de alianzas estratégicas, de ecosistemas digitales, de coompetencia. Aliarnos con compañías similares genera toda una comunidad que beneficiará la tan anhelada generación de valor. Esto ayudará a que el amplio espectro de los nuevos modelos de negocio sea más claro y que esas esquivas oportunidades que veíamos pasar sin ninguna esperanza comiencen a tomar forma de la mano de nuevas ideas.

  5. Lidérate para liderar:

    liderar no se trata de delegar para ir bajándole la intensidad a nuestra agenda diaria. Un líder es aquella figura que gracias a su capacidad para guiar el trabajo conjunto de un equipo, logra inspirar a estas personas a través del ejemplo y con pasión en la implementación de una transformación. Primero debemos conocernos muy bien, cada uno de nosotros, con nuestras falencias y aciertos. Caminar de la mano de la autoevaluación y mejorar en cada momento. Si interiorizamos esto lograremos liderar a los demás a través de nuestro ejemplo para que así podamos crear nuevos líderes. Recordemos que un líder no crea seguidores, impulsa nuevos líderes.

Estas son tan solo 5 razones dentro de muchas que podemos encontrar de acuerdo a las particularidades de cada empresa, pero si analizamos estas 5 razones aquí expuestas podemos evidenciar fácilmente las personas, los procesos y las prácticas como los 3 pilares fundamentales de una transformación.

Fuentes:

*Merodio, J. (2016). 9 factores de la transformación digital de la empresa. Editorial Juan Merodio
**Ramírez Navarro, L. (2018). Campeones de la transformación digital: 10 líderes españoles. Editorial Profit
***Definición transformación CEIBA

Jovan Gil

Comunicador Gráfico Publicitario de la Universidad de Medellín, técnico en desarrollo de multimedia y especialista en Diseño UX.

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